En los últimos años el sector turístico ha dado importantes pasos adelante por lo que se refiere a trabajar hacia una mayor responsabilidad social del sector y hacia una reducción del impacto sobre el medioambiente.
Tanto los profesionales del turismo como los viajeros son cada día más conscientes de que esta industria que mueve a millones de personas cada año, puede realmente marcar la diferencia a la hora de salvaguardar y preservar nuestro planeta.
Pero a pesar de todas las grandes iniciativas que se han estado y se están poniendo en marcha, el bienestar animal en el sector turístico parece no tener todavía la consideración que se merece y hay mucho desconocimiento acerca de las posibles implicaciones para los animales. La Fundación FAADA detectó esta falta de información y por este motivo, en abril de 2011 decidió lanzar su campaña de Turismo Responsable con los Animales.
Hasta ese momento no existían campañas específicas acerca de las problemáticas relacionadas con el turismo y el mundo animal y esto llevaba a que, tanto particulares como profesionales del sector, eligieran y ofrecieran actividades dañinas para la fauna sin ser consientes de lo que éstas realmente implicaban.
Por supuesto existen maneras éticas y responsables para los turistas de acercarse a los animales: un safari, organizado por un operador responsable y siguiendo determinadas pautas, es una muy buena opción para poder ver a tigres, leones, elefantes etc. Es más, muy a menudo el hecho de participar y financiar actividades de este tipo, contribuye a preservar la fauna de ese determinado país.
También acudir o hacer voluntariado en centros de rescates o santuarios nos brinda la oportunidad única de ayudar en primera persona a animales explotados o victimas de abusos y que luchan para volver a una vida normal.
Desafortunadamente, no todas las opciones que se ofrecen a los turistas son igual de éticas: actividades como paseos en elefantes, baños en la piscina de los delfines, espectáculos con loros, visitas al zoológico, se encuentran en los folletos de la gran mayoría de las agencias de viajes y esconden maltratos y mucho sufrimiento.
¿Algún ejemplo? Para “domesticar” a los elefantes se utiliza una técnica llamada “romperle el alma” (el nombre ya lo dice todo, ¿no?), los delfines sufren tanto por vivir en cautividad que normalmente mueren a los pocos años, a los loros se les suele cortar las alas y los animales de los zoológicos están condenados a una constante falta de espacio y a una vida entre rejas.
Por lo tanto… ¿cómo distinguir una actividad o un centro de animales “responsable” de uno que no lo es? Como consejo general podemos decir que cuando se permite a los turistas interactuar físicamente con los animales, o cuando los animales están obligados a exhibirse en algún tipo de espectáculo a cambio de dinero… algo no va bien.
Y a todos los turistas que estén interesados en saber e informarse más sobre el tema, les invitamos a visitar la web de la Fundación FAADA para un Turismo responsable con los animales.
Un comentario en “Consejos para practicar turismo responsable con los animales”