La estepa siberiana, los bosques nórdicos y las riberas mediterráneas se dan la mano en el Parque Natural del Alto Tajo, en pleno centro de la Península Ibérica. Situado a tan solo 2 horas de la capital, sus paisajes plagados de cañones permiten un microclima en el que las temperaturas más bajas de España no penetran, y donde los calores del verano se atemperen bajo la sombra de álamos, tilos, madroños, chopos y avellanos. Una variedad florística que se encuentra en pocos lugares de España.
El Parque Natural del Alto Tajo, comparte espacio también con el Geoparque de Molina- Alto Tajo declarado hace algunos años por la importancia en cuanto a su calidad, rareza, estética científica y valor educativo de los espacios y formaciones geológicas que alberga. En el Parque encontramos simas, cuevas, cuchillos, tobas e infinidad de cañones que impresionan a cualquier visitante que camine por estos parajes.
El Parque se puede recorrer a pie, en bicicleta, moto o coche, pero lo escarpado de las laderas y los cañones hacen del piragüista un visitante privilegiado. La mayoría de los más de 100 kilómetros de río que atraviesan el Parque solo son visitables desde el agua, y los paisajes que veremos desde esta posición son difícilmente replicables a pie o en bicicleta.
El Tajo nace en la Sierra de Albarracín, pero es a su entrada en Guadalajara donde podemos disfrutar de su caudal para realizar actividades náuticas. La ausencia de poblaciones en sus riberas hasta la localidad de Trillo, a su salida del parque, unido a la orografía y a una abundante vegetación de ribera, hacen de este tramo alto del río Tajo una de las zonas fluviales mejor conservadas de Europa.
La gestión del Parque Natural del Alto Tajo marca los tramos navegables en kayak, canorafting o balsas de rafting. La mayoría de empresas de Turismo Activo se circunscriben a los tramos cercanos a la población de Poveda de la Sierra, pero Estación Náutica Alto Tajo, con sede en Ocentejo, a las puertas del famoso Hundido de Armallones, realiza 8 tramos diferentes. Algunos de ellos solo son navegables durante la primavera, cuando la nieve del deshielo hace que el caudal suba hasta hacer viable la práctica incluso del rafting, y otros se pueden disfrutar todo el año.
La belleza florística y geológica y la gran variedad faunística entre la que destacan el alimoche, la cabra hispánica y la nutria, se une a las aguas verdeazuladas y cristalinas del río, para convertir al Alto Tajo en una de las joyas escondidas que no debes perderte si estas cerca de Madrid.