Llega septiembre, el otoño asoma y, con él, uno de los momentos clave del año desde la perspectiva del enoturismo, un segmento turístico que crece año a año: la vendimia. En un contexto como el actual, en donde el mundo de las experiencias se impone, en donde al turista no le vale sólo con descorchar una buena botella de vino, con vivir una experiencia gastronómica única o visitar una bodega con encanto, la temporada de la vendimia multiplica las opciones para agudizar el ingenio y tocar la fibra sensible de la pasión y la identidad de un territorio enológico.
El enoturismo es, en este sentido, un producto turístico muy a tener en cuenta. Son muchas las cifras y los movimientos que así lo atestiguan. El año pasado llegaron 700.000 visitantes sólo a Andalucía interesados en el enoturismo, las bodegas españolas atraen cada año en torno al millón y medio de turistas y la gastronomía en general, con la rica variedad de vinos que tiene nuestro país, se va colando como una de las principales motivaciones de viaje para el turismo internacional. Más del 10% de los casi 60 millones de turistas internacionales que visitarán España a lo largo de este 2013 lo harán con la motivación principal de disfrutar de turismo gastronómico.
El potencial es indudable, pero hay que tener en cuenta las particularidades del enoturismo, que aún mueve un porcentaje limitado de ese turismo internacional. Según datos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), el enoturismo específicamente sigue siendo un turismo de proximidad (el 81% de los enoturistas son españoles). Del porcentaje de turistas internacionales destaca el mercado alemán, el estadounidense y el francés como los tres principales emisores de enoturistas. Los momentos de año que más visitantes mueven son el otoño (coincidiendo con la vendimia) y la primavera, en ambos casos influenciados también por el buen tiempo.
PERFIL DEL ENOTURISTA
- viaja en grupo (indistintamente con amigos, con compañeros de trabajo en actividades de team building o con la familia)
- suele tener entre 36 y 55 años, de clase media o media-alta, aunque también destaca el grupo de turistas seniors, mayores de 56 años
- mayoritariamente (56%) son hombres
- el gasto medio por persona y día ronda los 100€ (incluye alojamiento y restauración)
- estancia media de una escapada motivada por el enoturismo: 2,6 días (sobre todo coincidiendo con escapadas de fines de semana o puentes)