El verano avanza y ya ha comenzado el baile de cifras y datos de ocupación, al calor de la buena respuesta que está teniendo el turismo internacional en España. Gracias al repunte de algunos de nuestros más tradicionales mercados emisores como Reino Unido, Alemania y Francia, unido al crecimiento de visitantes procedentes de otros lugares como Rusia o países nórdicos están dando como resultado una ocupación cercana al 100%, especialmente en la costa española. Cataluña, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana y Andalucía siguen a la cabeza, aunque queda de manifiesto incluso en estas regiones, la clara desigualdad entre los destinos de costa y los de interior.
Conviene no lanzar las campanas al vuelo. El aumento en la llegada de visitantes extranjeros puede responder a factores externos a la oferta española, que no es que haya hecho mucho por reciclarse. El conflicto en Egipto, uno de los principales competidores de España, está desviando muchos turistas “prestados” a nuestro país. De todos nuestros destinos, el más beneficiado puede ser Canarias, cuya temporada alta en invierno está siendo ya un gran reclamo para tour operadores internacionales. Luego hay que tener en cuenta la marcada estacionalidad de nuestra oferta, que sigue dependiendo sobremanera del segmento sol y playa.